jueves, 9 de agosto de 2007

Perfil del Personaje: CAMELIA




Camelia, una niña descendiente de una linda familia de estrato medio alto, y de intereses muy particulares, adora los animales, cree fielmente en los ángeles y es a su corta edad es seguidora de San Francisco de Asís, esto influencia por el tipo de educación que recibe de las monjas franciscanas de su colegio.
Su vida es como toda vida a los 10 años, llena de juegos, risas, inocencia, amigas, en sus tardes libres le gusta ponerse los collares de su madre mientras juega a ser una periodista, se pone en frente el espejo y con un cepillo que hace de micrófono comienza a presentar, sin embargo, a su corta edad hay algo que le perturba mucho, es la oscuridad, teme quedarse sola en su cuarto, por eso le cuesta mucho quedarse dormida, así que espera a que sus padres y hermana menor lo hagan y en el momento justo se pasa al cuarto de sus papás, se posa en la mitad de ellos y en segundos se queda dormida con su inseparable cobija llamada “moño” la cual es su fiel compañera.
Quienes conocen a Camelia piensan que es muy afortunada, posee una hermosa familia, no tienen problemas de dinero, es una niña la cual todos quieren desde el primer momento gracias a su ángel, tiene varias amiguitas con las que comparte siempre inocentes momentos, es dueña de un lindo perro Shitzu llamado Joy, se la lleva bien con su hermanita dos años menos que ella, es la primera en su clase, esta en natación en su colegio y es muy buena en lo que hace, colecciona Hello Kitty`s, en fin, tiene una vida muy tranquila que indica que va a crecer en un ambiente muy prospero para convertirse en una persona de bien el día de mañana, pero lo que no todo el mundo sabe es que tiene una practica que sus padres a penas hace poco conocieron, y es la “automutilación”, que consiste en la producción de heridas sobre el propio cuerpo, esto lo hace Camelia como una forma de liberar el enojo que siente en algunas ocasiones, sus padres lo descubrieron cuando ella intentaba rayarse con una cuchilla en el brazo izquierdo, los psicólogos que la han visto dicen que no necesariamente padece una enfermedad mental, solo especifican que la autodestrucción, que se manifiesta en cortes, quemaduras y rasguños, es una forma de expresar el dolor, una forma no verbal de comunicación donde los sentimientos se transmiten visualmente a través del cuerpo.
Aunque la preocupación de sus padres se acentúa más, Camelia lleva una vida normal, sus padres la vigilan todo el tiempo, y le hacen terapias para que ella libere todos las emociones negativas a través de otros mecanismos, como el llanto, y es que desde que sus padres tienen uso de razón no han visto llorar a Camelia, solo cuando era una bebé.



1 comentario:

Estructuras Narrativas dijo...

¿Ves cómo un punto de giro, puede evidentemente cambiar y engrandecer una historia?
Me parece clave que sigas trabajando esta historia y vayas mucho más allá, a ver hacia dónde te lleva.